alberto coustè - "Arte e Cultura: Poesia, Romanzo, Scrittura, Musica e Teatro"

Vai ai contenuti

alberto coustè

querid@s companier@s nómades:
Alberto Cousté,
nuestro amigo fraternal y companiero,
poeta, narrador, dramaturgo, periodista,
murió el 29 de septiembre en el hospital Josep Trueta de Gerona,
luego de una grave dolensia de un anio de evolusión
( ingenuamente yamé a su casa, en Girona,
y di de frentón con la triste notisia...
como asistiré al Homenaje a Luis Luchi en Barcelona,
creí que podríamos reencontrarnos alrededor de esa Convocatoria ):
hasía unos cuantos anios que no nos veíamos
pero charlábamos por fono:
preparaba su Obra Poética Completa con mucho entusiasmo!
desconosíamos que estuviera gravemente enfermo...

Martín "Poni" Micharvegas


Foto: Silvina Cousté (Girona, 2007)
Poeta, narrador y ensayista, ha trabajado siempre en tareas editoriales o en el periodismo. Nacido en Buenos Aires (Argentina), en 1940, reside desde 1969 en España, donde ha publicado casi toda su obra y realizado sus principales trabajos. De su producción poética sobresalen El cielo perezoso, Los elementos naturales, Los buscadores de oro y El difícil tiempo nuevo (Premio de Poesía de la Universidad Popular de Cartagena, 1996). Entre sus novelas –tras Jarana (1968) y Figura (1973)-- destaca El príncipe desvelado, que tuvo cuatro ediciones distintas en España y fue traducida al italiano. En el género ensayístico cabe mencionar títulos como El Tarot o La máquina de imaginar y Biografía del Diablo, así como los libros que dedicó a la vida y obra de Pablo Neruda o de Julio Cortázar. Como editor ha firmado más de un centenar de prólogos y antologías, aspecto en el que pueden citarse su edición en dos volúmenes de la obra de Miguel Hernández (Círculo de Lectores, 1977) o su tarea de coordinador del Diccionario de Literatura Universal (Océano, 1999-2002).
De nada vale si no tienes swing

Los que han perdido realmente su tiempo
no por destino o vocación sino por accidente
Los que cruzaron la ciudad de palo a pique
y en todas partes encontraron lo mismo
Los que no saben qué hacer con tantas cosas
La selva de cemento y vergüenza
La catedral del miedo

En esa calle hay un bar sorprendido por el sol de la siesta
No va más se llama y tiene unas puertas de cristal
abiertas a los buenos propósitos
a las intenciones imprecisas
De noche
no se notan las cáscaras desprendidas del techo
la fea humedad el aire irrespirable
De noche es este el corazón del mundo

El viejo olor del humo
Una serpiente se diría recorriendo las mesas
complicando la vista haciendo pálidos los rostros
No somos animales de sol acá tenemos
nuestra precisa intimidad la penumbra secreta
de este café sembrado de serpientes
sepultado en la vulva temblorosa del día

Esta es nuestra intimidad esta es tu copa
más pura que el diamante
más ensordecedora que un caracol junto a la oreja

Recuerdo
de repente a todos
Los vivos y los muertos las horas
que de distintas formas me trajeron aquí
La confundida
la incomprensible gente que no olvidarás

Afuera la bruma baja del sur salta y se confabula
Este país desaparece con un poco de niebla
Me veo en Chapultepec escribiendo para los que quedaron
cartas inflamadas de amor sin duda largas cartas
sobre nuestros paseos por un amanecer caliente y luminoso
Los perfumes del golfo tan imposibles de explicar

Las barcas en el puerto cabecean amarradas al muelle
Pueden estallar en cualquier momento
Estamos cerca
de sus bodegas negras como el infierno más profundas
que esta noche del bajo donde viene la lluvia

No cruces esa calle
De día el sol la vuelve inofensiva
Has pasado muchas veces por ella un arrabal del mundo
paredes desconchadas el olor a vinagre
sucio y querido te salió al encuentro
No cruces
esta noche la esquina estás entre la niebla
de un año funesto en el invierno
de un país melancólico del sur
Las barcas
te invitan a partir Sus barrigas de fuego

El aire suda pero no se conmueve
Sólo esta cáscara de palabras y humo nos defiende del tiempo
Jim el Terrible tiene una pupila en un dancing del puerto
Hace lo suyo y a las cuatro en punto se retira a dormir
Hay una que ni siquiera tiene nombre
La Gata Puta o La Manchada
Toma el té con bizcochos de melaza Oye a su padre
hablarle del pecado
del tiempo triste de la juventud

Pero nadie es como ella desatenta y segura
cuando ella viene desentierra de golpe todas las ciudades
Oh tú mi amiga mi única brotada de la indestructible soledad
nada más fuerte o más conmovedor que tu ignorancia
Nada tiene tu seguridad nada tenemos
para ofrecerte oh inocente oh amiga silenciosa
Ella viene y vuelve a partir y no sabe hasta dónde llega su poder
Ella todo lo abarca y lo consume Sus ojos como brasas

Nos hemos jugado varias veces la vida
A cara o cruz la luna nos vio cantar por los caminos
baladas del norte blues de la bandolera
Hastiados del mundo nos acostamos a dormir un año
y al año justo nos despertó la alondra en la mañana
De Melquisedec es mi barba de ágata son tus ojos
de llanto y risas tengo construida una morada
Cuando vengas al laberinto donde vivo
con una honda bajaré los astros

La leche de mi madre tuvo grandezas y vergüenzas
De este barro estoy hecho
De este barro de sueños
y de tiernas palabras
No salgas a la calle
donde la niebla de un año cruel se precipita

Vengan hasta las puertas de este café de pobres
Dos muchachos hacen el amor con dos muchachas
En cualquier momento pueden estallar están riendo
No quieren oír la bruma del sur que los sofoca

Estamos aquí No hemos elegido este sitio
No es tampoco mejor o peor que cualquiera
El viejo olor del humo las viejas decisiones
Los encuentros casuales que nos amontonaron

Estamos aquí de vuelta o empezando
De estos momentos vacíos escribiré mi historia

Nadie preguntará por los que aquí vivieron
Y dieron vueltas y más vueltas y gastaron su tiempo
La callada
la solitaria gente que amamos con furia y con pudor
La inolvidable gente que ha perdido y ganado
Y hecho lo suyo y perdido
Casi siempre perdido



Dibujo: Carlos Carlsen, Via Ferlandina, Barcelona, 1971

  
Foto: Silvina Cousté (Girona, 2007)
El pasajero del hotel

Yo
sin ir más lejos
he visto a los barcos de los míos hacer agua al pie de la ciudad

Antes del desembarco heridos de repente por el miedo la soledad los días iguales
que dieron vueltas en redondo
y se anegaron como un barrio donde los animales muertos flotan a la deriva
deshechos entre cajas vacías botellas excrementos del mundo
sobrenadando los desagües

No he preguntado nada de los hoscos suicidios el mal oficio el grito enarbolado
en la chatura de las noches
en la corrupción creciente de los días
Nada del alcohol inyectado a duras penas las drogas del consuelo
tanta infidelidad premeditada o mañas como estas para sobrevivir
No he preguntado sobre la vergüenza del último despojo
los aires de los locos
la bramadura del coraje al pozo ciego de la sangre
No anduve en ellos sino por espasmos o intuiciones
No frecuenté las cavernas para llorar a gritos rozar la piel de los más débiles
clavar agujas adivinar la suerte que nos toque

No hice una profesión de mis dolores aunque pudiera aullar por ellos
o más precisamente por mi desconcierto

No comuniqué mis éxtasis ni celebré a su tiempo la parvedad de mis milagros
por temor a que la muerte saliera de ellos
como una burbuja de agua de la axila de un buzo

He presenciado en cambio el miedo de los que quedaban
el ruido y el furor del universo
cayendo por una canaleta de chapa en un galpón abandonado
una noche tremenda

He crujido por mí y por los que amaba
asesinado por la complacencia
las horas libres
la facilidad entrando a saco en cada momento de mi vida
He gustado de muertes a medias y violaciones conjeturadas hasta el hartazgo
no por obsesión o malicia trampas o latigazos de verdad
apareciendo de repente en medio de vacaciones admirables
pero sí por persecución
sí por una cierta idea del peligro que hace de mí un inventor de circunstancias
cierta vocación al mal adquirida como un virus
ciertas manías digamos conocer el crimen antes de ser asesinado

Yo
sin ir más lejos
he visto a los barcos de los míos hacer agua al pie de la ciudad
las mujeres equivocándose sin perdonarse
los planes de la muerte
mezclados tontamente a los más simples planes de la vida
restos de mezcalina o marihuana o el arcoiris del alcohol benditos alacranes
esclavos de la amenaza
esclavos de la amenaza que se atribuye al otro rostro
al otro espejo al otro lado de la habitación en que te muevas
de la pereza que le sobreviene
una pereza un asco o un orgullo interrumpiendo las comidas
las mejores charlas del mundo apenas iniciadas

He colaborado entonces al desorden al consejo a medias a las trampas
para salvar a un hombre o condenarlo
he soportado cargos de conciencia
amores absurdamente intentados como un guiño a la formalidad
como un desafío a los que se empecinan en el bien
a los que confían ciegamente en el triunfo de los justos
en la redención de los sumisos

He sido llevado entonces a escribir estas páginas
he sido condenado a las palabras como otros a la guerra a la verdad o al crimen
he sido atado a estas falsas amantes
a este fatuo esplendor que finge ser el hueso de las cosas
he sido domado por esta costumbre
exhibido ante mí mismo por su fragilidad y su torpeza
por su ternura y la imposible vida que las recorre y las anima
por su calor que alude vanamente a un trópico incendiado

He sido atado a mis palabras pero no erróneamente
no por un ciego destino o una equivocación imperdonable
no por los que sufrieron y agotaron sus chances
y me dieron sin suponerlo la sangre de sus cuerpos
no por los que ascendieron como una piedra y se rompieron
la cara en una estrella
o más idiotamente contra un muro o contra la puerta de su casa
No por los que me amaron y perdí
los benditos huesos los rostros gigantescos
los labios abiertos por una maldición o una plegaria
los cuerpos tallados en sí mismos que conocí y usé y tuvieron
el tiempo de mi tiempo
los que callejearon a mi lado y abandonaron para siempre esa paciencia
No por casualidad
No por los que me incitaron cordialmente para sobrevivir

He sido condenado por desdén
por indecisión y soledad pero también acaso
por un cierto equilibrio de las cosas
del tiempo que ni vuelve ni tropieza
Por los amores que no intenté
las desgracias las hogueras los atentados que nunca cometí
por cierto furor ahogado cautamente en un frasco de vidrio
a petición de los ángeles
los ángeles barrocos adornados de rizos luminosos como la idea de la gracia
los bellos los inútiles los torvos ángeles de mi juventud

He llegado hasta aquí para saber que hay cosas que he perdido
historias que no fueron para mí
aventuras que nunca intentaré
Que ya no volveré a cruzar un río como si fuera el límite del mundo
que hay una calle interminablemente detenida una mañana inolvidable
que no me largaré a buscarte o a morir en la desconocida
ciudad que todos los días inventabas
que ciertos ojos tienen ya para siempre otra manera de mirarme
que hay perfiles carbónicos del tiempo ausencias que ni consigo imaginar

Pero no pido perdón por mis errores
No quiero para mí la honestidad los días venerables
la redonda conciencia satisfecha
No espero nada de los otros como no sea sus costumbres
sus trampas los temblores con los que cambia una estación

De esos barcos anclados ahora me llega una certeza
un viejo olor un ruido que el agua no confunde
un tufo agrio y profundo un desarreglo
que acaso tuve que se resiste a ser nombrado
que anda solo y es libre y es imposible describir

Hagan como si yo no estuviera

Hagan también como si yo estuviera cuando no esté entre el ruido y los olores
Arranquen las palabras que conmueven el mundo
cámbienlas de maceta
guarden sólo las pálidas señales la cara del ahorcado
el resplandor de las hogueras
los fuegos que amenazan la paz tullida y tuerta de esta artera ciudad

Yo sé que estoy entre los que amo agujereado por una tormenta
Este es el tiempo que espero estas son mis palabras
esta es la inútil conquista el pelo lacio las caras que conozco
esta es mi multitud Me habita y me corrompe
no hacemos sino ejercicios de poca voluntad

Si la muerte desciende
si vorazmente decreta el viaje a pique de los barcos
si entra a saco con el viento del este y barre con los gestos
si decide inundar esta quietud conmover las costumbres
hagan como si yo no estuviera
hagan también como si yo estuviera cuando no esté entre el ruido y los olores
cuando no queden más que las señales la cara del ahorcado
hagan como si yo estuviera cuando estimulen las hogueras
y encuentren al rescoldo acaso una palabra que perseguí e ignoro
una palabra inútil para haber dicho entonces lo que otro dirá ahora
una palabra abierta orgánica mortal

Cuando llegue el desorden
cuando en el fuego encuentren de nuevo las palabras
cuando se apague el fuego y se confundan otra vez las señales
o cuando no hagan falta las palabras
en el vacío previo o posterior

Cuando llegue el silencio
hagan de todos modos como si yo estuviera

Hagan como si todo esto hubiera servido para algo
La vida en el sur

Vivo en el sur
Decir vivo en el sur
es como decir
vengo de entre los muertos
Quiero decir
precisamente en el sur
en los sótanos de Buenos Aires o si ustedes prefieren
la parte pintoresca de la city
de Carr Beresford y los ingleses locos
o la Reina del Plata
o el sitio donde sufrieron y amaron los varones
las esquinas rosadas que no he visto pero me contaron
al sur de Rivadavia Quiero decir
precisamente el sur estricto

Este es un lugar donde los argentinos vivimos
y morimos De muerte natural A veces
de muerte violenta por una convicción
por un encuentro inesperado En lo posible
preferimos lo menos violento que se pueda

Este es el lugar del sur en donde vivo
la geografía diaria donde ando
y me someto y hago mis cosas sin molestar a los vecinos
con esa cordialidad legítima y patriótica
para que no haya quejas
Todo a medio camino entre la colonia y la nación
entre el orgullo y la vergüenza
A mitad de camino al paso con estos pensamientos
de poca importancia
de escasas alegrías
de complaciente lucidez

(A la noche los sumergidos salen de sus cuevas
la humedad del sur les sienta bien El aire
del sur tiene un olor agrio y profundo Los sumergidos
salen de las alcantarillas después de medianoche
No van al teatro Las luces del centro los marean
el brillo de las alhajas sobre un cuello de cisne
les provoca suaves deseos de asesinar Las risas
estallan a esa hora en penumbras prohibidas
donde Satchmo empina su trompeta donde Cuca la Loba
desordena prendas interiores minuciosas braguetas
calmas desde hace mucho Los verdaderos Cristos
los enterrados del sur hacen la calle
desvelados maniáticos Una vieja violencia
anda en esas vigilias como un animal acorralado)

Voy y vengo con estos pensamientos
La florista insiste con sus modales provincianos
todos los días me ofrece flores para mi mujer
Pero yo no obsequio flores Tengo mi estilo
Soy un maleducado un legítimo
argentino nieto de empecinados gringos
Mi apellido es filoso como una acusación

Los nativos somos así voluptuosos tristones
Lo importante es decirlo escúchenme
quiéranme acéptenme como soy y a mi modo
tengo la sangre caliente y revuelta como un pollo
atravesé todo un río para venir a contarlo
el río de mi adolescencia parecido a la Historia

Me dejo estar en la complacencia de los días
Noticias del mundo van y vienen por las redacciones agitadas
La sexta anuncia buen tiempo
Mañana
será un hermoso día llegará el sol de mayo
se llevará hasta los olores del sur se llevará los restos
las malas palabras pronunciadas
Vendrá el hermoso sol y no hablaremos de los muertos

La Reina del Plata se retuerce a la noche
la penetran sin pausas por todos los costados
Repetidamente violada por el jazz y las charlas
interminablemente repetidas de los iluminados
En los residenciales y las fiestas
criollos al fin
la muerte no la toca

Al sur de esta ciudad del sur
me dejo estar acepto
el reiterado paño tibio que me tienden los días
Aquellos que me aman
son tan cobardes como yo

El cambio vendrá como un golpe de furca
A veces me consuelo o hago que me consuelo repitiéndolo a solas
El cambio vendrá
me digo
como un golpe en la nuca

Pero ahora es tarde
El sur duerme a estas horas
los que amo duermen yo mismo estoy cansado
de andar y vagar y detenerme por las ruinosas calles
fabricando estos famosos sueños estas mismas palabras
estas gastadas mañas para vivir en soledad
Límite de clase

Esta es la cola de la sirena
un desembarcadero sombrío ferozmente agitado por el viento del mar

Ahora estoy en el fondo del mar
Me trajo aquí el aliento de la peste
hasta los peces tienen aquí los ojos como Dios

Ella sube desnuda desde el fondo del mar
saluda en la costa a los regimientos de las profundidades
permanece desnuda de pie junto a la tienda
que el viento aterroriza como a una bandera
Ella es el más alto peñón la arena como vidrio
lleva en los ojos la ciudad sumergida
El vagabundo que sube la cuesta puede verla
las ingles llenas de espuma
el pelo del mar abandonado entre sus piernas

Esta es la cola de la sirena
donde los acantilados se enfurecen y agitan el agua hasta romperla

Como una bandera pone sus ropas en el agua
la arena no la cubre te encantan las provocaciones
la amas porque no se parece a nadie y no te pertenece
porque puede abrasarse en tu abrazo y fingir que lo olvida
fingir que es otra
que otras son las distancias que la devuelven a tu piel

No investigues otra razón para el acoso
este es un lugar de tenaces hojas de enredaderas asesinadas por un golpe de luz
La fiebre de los supliciados los aleja del mar
no quieren conocer
sólo quieren vivir aunque sea peor

Puedes ir a Coblenza al Hotel del Gigante
Vago con mi amada entre plantas carnívoras
están allí los investigadores del origen
un lecho enfurecido nos aguarda con sábanas de Holanda

O ni siquiera es eso
ni siquiera es el alto peñón la espuma junto al sexo
la puerta que ella abre temblando una noche de enero a una hora secreta
ni siquiera el verano la copa cómplice el olvido
su intimidad va más lejos
es más estrecha la conspiración que te propone

Puede ser en el sur
un albergue donde el hotelero toma vino y te convida con hojas de alcachofas
puedes andar por ese verde corazón
no hay razones para negarse
sólo te importa el fino cuello las piernas que vacilan
su cuerpo para viajar por él como por una fiesta

O no es tampoco ese prodigio
es la muchacha enrojecida que te mira y escapa
no puede soportar tu voz tu espantosa voz enamorada
el aullido de amor que te atraviesa
su cuerpo otra vez que cae en todos los silencios

Son las venas hinchadas del hotelero que resiste
una siesta con lluvia y perros y sus pechos
sus pechos que atraviesan el vapor de la pieza
el aire que circula por sus pechos y el tiempo

Son las complicaciones del amor las furtivas
palabras que dijiste como piedras o risa
que ella no necesita para seguir amándote

Has venido a parar a este lugar
un chorro de calor en la boca entreabierta
la tarde suspendida de los ejecutados

O tampoco es el mar
Es ella que pregunta por los pactos urdidos
que se niega a seguir que vuelve a ser la misma
que ignora casi todo por ejemplo en Coblenza
las veces que la he amado bajo los limoneros
el cielo rudo el aire de los lobos hambrientos

(en el siglo XIV junto a su grupa anduve
ella era rotunda y alegre como un árbol
los establos sombríos donde la amé los ríos
podridos de naranjas donde escribí estas cosas)

Ahora
bandoleros
no busquen en esta intimidad las ramas de la fiesta
Voy a un país sumergido
una comarca de júbilo y de bestias con la cara de Dios
Les crecerán los dientes de esperar el milagro
las aventuras intentadas
los términos de esta complicidad que no podemos definir

Ella me sigue entre las plantas gigantes y las furiosas camas
participa alegremente de tanta destrucción
sabe que la muerte sólo consume las palabras

Y ustedes
enemigos del incesto
del adulterio de las altas señales del amor
ustedes
ignoran seguramente que en este tiempo hemos gozado de las cosas
nos hemos revolcado entre las cosas
porque hemos desarrollado hasta el hartazgo la gracia de la ubicuidad



Una máscara

No es más descansado ni más pobre ni más desesperado
No está más solo la melancolía no lo hostiga
no hay entre él y el mundo zanjas terraplenes
batallas hubo pero no hay abismos
No está más triste que ninguno

Qué tiene entonces este hombre
qué le ha pasado a su bondad a su tristeza
qué aventuras adversas qué propósitos hubo
(si existieron)
de dónde lo han sacado

A causa de qué mal por qué dolencia
en nombre de qué nombres este hombre se aplica
hunde los ojos entre letras hunde los dedos entre teclas
se aplica
quiere aplicarse quiere forzar una sospecha

No está más solo
no
no está más triste

Da varias vueltas por la casa se mira en el espejo
descubre gestos que perdió
se imita se traiciona quisiera estar más solo
quisiera estar más lejos quisiera ser lo que no ha sido

A veces cruza cambia corrobora palabras
se solicita de sí mismo una intuición exasperante
no abandona sus trampas ejerce sus manías
quisiera una costumbre que no tiene de la serenidad

De dónde lo han sacado quién lo ha visto
una vida interior o una esperanza tenía que ha perdido
se le nota en la cara en la mala intención se le conoce

De qué se acusa en qué se diferencia
con qué tejido interminable se ha formado su vida
cuánta paciencia inútil forma ese cuerpo largo
esa sombra que arrastra esa conciencia ese caballo que galopa

A qué palabras (quiere saber a qué palabras)
habrá de parecerse el rostro auténtico de su larga memoria
a qué palabra suena por ejemplo su ausencia o su presencia
a qué palabra aludirá si es que a algo alude la hora de su muerte

Ni viene ni va no se está quieto

Si fuese un héroe se ahorraría las fotos de sí mismo
si fuese alguno que no es no tramaría venganzas con su cuerpo

Si otra oportunidad si otro momento si otras cartas tuviera
no se pregunta el juego no puede imaginarlo

Se mira como es es como todos

No se parece a nadie
 
Torna ai contenuti