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Fernando Ulloa


miércoles, 5 de diciembre de 2007
Síndrome de Violentación Institucional, de Fernando Ulloa
Por Pablo Bongiovanni

Para el Curso de Asesoramiento Pedagógico Institucional, con Sandra Nicastro, leí algo de Novela Clínica Psicoanalítica de Fernando Ulloa, donde puntualmente me interesó la explicación del autor sobre tres conceptos relacionados al Síndrome deViolentación Institucional (SVI), una encerrona trágica y lasneurosis actuales.
Dice Ulloa que la constitución de toda cultura institucional supone cierta violentación “legítimamente acordada”, que permite establecer las normas indispensables para el funcionamiento de las actividades de esa institución (él habla para el caso de la salud, los hospitales, pero aplica para muchos otros ámbitos). “Tan extendido resulta este destrato en el ámbito asistencial, que con frecuencia cuando en una institución (...) alguien recibe una atención considerada, suele pregonar las singulares excelencias de ese centro de atención hasta en las cartas de lectores de un diario”. Luego relata cómo los novatos suelen perder o “derrumbar” sus expectativas vocacionales, ante la realidad que enfrentan: “... aquellas motivaciones vocacionales aparecen como un juvenil e ingenuo idealismo.” Y un dëja Vú: “También sufrirá el desengaño de una magra retribución económica, que lo aleja del legítimo derecho a vivir de su trabajo”. Ese SVI, implica presencia de una intimidación, “más o menos sorda en función del acostumbramiento que conspira contra la imprescindible intimidad para investir de interés personal la tarea que desarrolla. Frente a este desinterés por lo propio, mal puede alguien prestar atención considerada a la actividad y al decir de los otros”.
Ulloa menciona como encerrona trágica a la situación capaz de infiltrar desde el comienzo mismo todo proyecto cultural y compara el paradigma de esa encerrona con la mesa de torturas. “En la tortura se organiza hasta el extremo salvaje una situación de dos lugares sin tercero de apelación”, esto es Represor - Reprimido. Debe entenderse por encerrona trágica “toda situación donde alguien para vivir, trabajar, recuperar la salud, incluso entender una muerte asistida, depende de algo o alguien que lo maltrata o que lo destrata, sin tomas en cuenta su situación de invalidez”. Y en relación a la neurosisactual dice Ulloa que fue descrita por Freud en un período bastante próximo a la clínica médica, “cuando todavía no había elaborado suficientemente la puesta a punto de la abstinencia que le permitiera apartarse de la medicina y transitar por la clínica psicoanalítica”. Ulloa entendió que la realidad institucional transcurre por un camino donde el grupo de mayor presencia (él habla de un hospital por ejemplo) “tiende a asumir en conjunto una actitud y una posición de sitiados frente a los pacientes (= ¿alumnos?) visualizados como sitiadores. “Como sitiados desarrollarán comportamientos muy semejantes a los que Freíd describía en las neurosis actuales”, explica: Trabajo a desgano, Mecanismos automáticos, Eludir tareas... Esos síntomas, pueden tener cierta evidencia durante un tiempo, “para luego entrar en procesos adaptativos que corresponden más a lo que describo como la estabilidadmortificada”. (...) “Puede pensarse en una institución donde lo instituido ha cristalizado y obstaculizado a los dinamismos instituyentes, configura una neurosis actual en sí misma, más allá de la presencia que este cuadro tenga en el nivel individual de sus miembros. De hecho, la cultura de la mortificación bien podría ser denominada cultura de las neurosis actuales”.
Me gustaría compartir sólo tres citas más donde me llamó la atención la forma en que pasa primero a un auto-análisis: “En las varias décadas de mi práctica psicoanalítica, tanto en el consultorio privado como en la acción pública con las instituciones, he ido enriqueciendo razonablemente mi equipamiento teórico y metodológico, pero este enriquecimiento me enfrenta con una situación en cierta forma paradójica, ya que cada vez me conduce más hacia el campo de la pobreza mortificada” Y luego cuando da un vuelco final hacia la cuestión política: Es muy clara la analogía con otras instituciones. “De ninguna manera las cosas son fáciles en estas condiciones para una práctica psicoanalítica – y los límites suelen aparecer de muchas formas -. Uno de ellos, aunque no insalvable, corresponde al sesgo político que puede disparar un proceso de desmortificación”. Sobre este sesgo político, dice el autor que puede llegar a convertirse en denunciante de aquellos que encarasen un proceso de desmortificación, al nivel de acusarlos de estar cometiendo un delito. Y agrega, “por supuesto, es más probable que se trate sólo de una velada descalificación, sin que llegue a tomar la magnitud de delito, pero no puede descontarse que la sanción punitiva se produzca bajo cualquier enmascaramiento”. “Estas consideraciones ilustran el modo como un analista institucional puede llegar a encontrarse al enfrentar situaciones que poseen un sesgo político (...). Circunstancias en las que el analista no es un líder político, mas no podrá dejar de estar atento, como toda persona que desenvuelve su acción en el campo social, a la dimensión política propia de la condición humana, se haga o no cargo de ella”.
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Referencias: Novela Clínica Psicoanalítica. Historial de una práctica. Fernando O. Ulloa. Editorial Paidós. Psicología Profunda. Capítulo V, punto 2: Cultura de la mortificación y proceso de manicomización. Una reactualización de las neurosis actuales (aktualneurose). Págs. 236 a 256.
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Sobre Fernando Ulloa, encontré una contribución donde habla de Sociedad y Crueldad. Notas preliminares, una entrevista de abril de este año La ética del deseo debe balancearse con la ética del compromiso, en elpsitio.com.ar. Otra entrevista en elsigma.com.ar por Emilia Cueto, donde Ulloa habla entre otras cosas de su relación con Pichón Riviere. Recuerdo que a principios de septiembre estuvo en Santa Fe traído por el Colegio de Psicopedagogos y yo no lo pude ir a ver, habló de las Tramas Institucionales Actuales. Encontré un reportaje por Vicente Zito Lema y Gregorio Kazi, titulado "La obscenidad del poder, la ternura de los piqueteros", en el suplemento de las Madres de Plaza de Mayo en página 12.com. Sobre su cercanía al grupo Les Luthiers ver aquí sus palabras al grupo en el blog de la reciente Expo Les Luthiers, y una entrevista en La Nación donde los mismos Les Luthiers hablan de lo que fueron los años de terapia con Ulloa, dijo Mundstock: Tuvimos unos años de hacer terapia de grupo con él. - López Puccio: Unos... quince. - Rabinovich: Unos 20. Del '73, (...) hasta el '92. Ver toda la entrevista. La foto es captura del video de unas jornadas por la Memoria en Rosario, en septiembre de 2006.


CARTA ELECTRÓNICA A LOS AMIGOS
EN RECUERDO DEL DOCTOR FERNANDO ULLOA

querid@s amig@s :
esto de las distansias forsadas
( espesie de libertades condisionales...).
te hase resibir golpes que,
aún así,
ni eya amortigua:
me habrán oído muchas veses,
sitar a Fernando Ulloa,
como un maestro cercano
y un amigo muy próximo:
el viernes 30 de mayo,
acaba de fayecer en buenos aires
( ya que hombres como él,
y mientras duren las palabras
como recurso válido
entre los humanos,
no mueren! )

leo con pesar enorme
las palabras escritas por Tato:
como Pavlovsky,
también resibí de Ulloa
un trato lúsido en los meses posteriores
al golpe militar
del ingambeteable 76...
( su elaborasión prudente
oyó e indicó,
para mis problemas,
una dirección correcta y preventiva
que me mantiene vivo:
muchas grasias, Fernando!
seguiré siendo un testigo fiel! )

la casa de Monique y Carlos Altschul
fue, postgolpe y por varias veses
en que yo hasía
mis viajes de 'retorno',
el lugar inigualable
de ensendidas reuniones fraternales,
alrededor de unas mesas sonoras,
yenas de afectos, comidas, bebidas,
versos y cantos:
ya se enorguyesía de nietos
hamacándolos entre sus brasos
y entonses,
me y nos recordaba puntual,
una frase que siempre creí
que nunca me perdonó:
' Fernando, vos no sos sólo
un hombre rico
sino que sos también afortunado!'
se reía, masticando su pipa...
yo aclaraba:
'rico por cómo sos y cómo te hisiste
y afortunado por cómo disfrutás
con lo que tenés!'
la falsa guerra sin declarar
dejaba sitio a una pas
de arroyo islenio...

era él quien,
entre otras senialisasiones briyantes,
sostuvo cierta ves
( un congreso psi en BsAs,
Teatro San Martín, agosto 1986 )
una máxima que ya no olvidé
por su audasia y repetÍ libremente:
' desde Freud en adelante,
no existen los accidentes...'
( y El Ingenuo:
' pero cuando el accidente
lo provoca el Otro?'
mi respuesta:
'el Otro tiene tanto Inconsciente
como el Yo...
y si el Yo es una incertidumbre,
imagínense qué no será el Otro?' )

parsialidades, amigos?
fragmentos, hermanos míos?
y cómo sino después
de lo trágico ocurrido
por aqueya vilesa programada,
podríamos recurrir a otro mecanismo
de defensa popular
que no sea éste intento constante
de juntar los pedasos
y darle nombre a todo aqueyo
a lo que se los han quitado
o intentado borrar de la fas
de la memoria de los argentinos?
si!
el hambre no te deja ver nada más
que la sobrevivensia...

yevás sufisiente tabaco?

en la misma faltriquera cargá
todo el amor y la admirasión
de estos
conmovidos companieros tuyos!

poni
madrid / 2M421NE




  A los 84 años falleció el psicoanalista Fernando Ulloa

A los 84 años, falleció Fernando Ulloa, médico psicoanalista y referente del desarrollo del psicoanálisis en el país.
Terapeuta de un vasto grupo de empresarios, políticos y líderes de diferentes especialidades, fue seguidor y colega de Enrique Pichon-Rivière, con quien trabajó en la vinculación entre psicoanálisis y política, y de Marie Langer, que fue discípula de Freud y una de las que introdujo el pensamiento del psicoanálisis en la Argentina.
Hasta sus últimos días, siguió comprometido con la atención psicoanalítica en su consultorio en la calle Cavia, frente a la plaza Alemania. No conocía fronteras económicas ni sociales ni límites de horarios, para asistir a la persona que sufre. Y combinó esa inquietud humana con la dinámica grupal, los grupos de reflexión y la comunidad terapéutica; entre otros, atendió al conjunto Les Luthiers. Tuvo un fuerte compromiso social con los derechos humanos.
Dejó la Universidad de Buenos Aires tras la Noche de los Bastones Largos, en 1966. Radicado en Brasil, volvió al país y participó de la creación de la Facultad de Psicología en la UBA. Desde 1971 había desplegado una experiencia de investigación con muchas personas que sufrieron la tortura política. Entre otros temas, se preguntó qué secuelas llevaría en sí una criatura gestada en cautiverio, cuya madre hubiera sido torturada cuando la llevaba en su seno. "La crueldad es el fracaso de la ternura", sostenía, en una contraposición que estudió con hondura. Deploraba la crueldad banalizada en la TV, en una sociedad de consumo y competencia agresiva.
Nacido en Pigüé el 1° de marzo de 1924, en 1950 se graduó de médico en la UBA, de la que era profesor honorario, al igual que de la Universidad Nacional de Tucumán. Dictó cátedras de Clínica de Adultos, Psicología institucional y otras materias, y asesoró seminarios en salud mental. Junto a 150 artículos, se destaca su libro Novela clínica psicoanalítica. Historial de una práctica (1995).
En 1999, la ONU lo incluyó entre 40 personas reconocidas por sus contribuciones al campo social. Integró el Comité de Etica en la Secretaría de Estado de Ciencia y Tecnología. Ocupó cargos en instituciones científicas. Generoso para compartir conocimientos y brindar consejos, se lo veía a la vez asistir con interés a disertaciones de colegas más jóvenes. El entierro en Jardín de Paz, en Pilar, fue una manifestación de pesar de colegas psicoanalistas, figuras de la cultura, familiares y amigos, que acompañaron a su esposa, María Celia González Gay, y a su hijo, Pedro. Un aplauso espontáneo unió a los presentes, al tiempo que, interpretando el sentimiento común, alguien expresó en alta voz: "Gracias, Fernando". .

da "lanacion.com Cultura"
 
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